Con más de 48 millones de personas que han votado de manera anticipada en las elecciones en Estados Unidos, el debate en Nashville (Tennessee) entre el presidente republicano Donald Trump y su rival demócrata, Joe Biden, convenció a los ya convencidos de uno y otro lado pero no parece que vaya a tener un gran impacto en los comicios del 3 de noviembre.
Pese a que anoche se vivieron momentos tensos en el Curb Event Center de la Universidad de Belmont, en Nashville, este cara a cara fue más calmado que el anterior en Cleveland (Ohio), gracias a que la organización dispuso que los micrófonos se silenciaran en ocasiones para impedir interrupciones, con lo que ambos candidatos pudieron exponer sus ideas, aunque no hubo un claro vencedor.
La estrategia de Trump consistió en hacer valer sus logros de los últimos cuatro años, mirando al pasado, mientras que Biden presentó sus propuestas para el futuro del país.
VISIONES ANTAGÓNICAS
Básicamente ambos chocaron en prácticamente todo, con visiones antagónicas en la gestión de la pandemia del coronavirus, inmigración, medioambiente, racismo y las injerencias extranjeras en las elecciones, entre otros temas.
"Fue una velada mucho más civilizada comparada con la de Cleveland y el público estadounidense y los votantes se benefician de esto", explicó a Efe el experto en Ciencia Política de la Universidad de Michigan Aaron Kall.
"Ambos estaban bien preparados y listos para adentrarse en un debate sustancial y centrado en política -subrayó-. Las nuevas reglas sobre los micrófonos ayudaron mucho al ambiente en general y los candidatos se autocensuraron en la mayor parte de sus interrupciones y en sus ataques personales de hace semanas".
Pese a que hubo un mayor diálogo y ambos tuvieron tiempo para exponer sus puntos de vista, no quedó claro quién ganó el debate, y de hecho este viernes los medios de comunicación locales dudaban a la hora de dar un claro triunfador.
Tal es así que la gran estrella de la noche fue la moderadora, la periodista del canal NBC News Kristen Welker, por no permitir que el cara a cara se le fuera de las manos, como le ocurrió al presentador de Fox News Chris Wallace, que moderó el debate de Cleveland.
Welker, de 44 años y la segunda mujer negra que modera un debate presidencial en la historia, fue la más elogiada de la noche en las redes sociales, e incluso el propio Trump, que critica habitualmente a su cadena y la había acusado en el pasado de ser "terrible e injusta", alabó su trabajo que consideró "muy profesional".
"Por cierto, respeto mucho la forma en la que está manejando usted esto, tengo que decirlo", le dijo también Trump a Welker durante el debate.
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AMBOS CANDIDATOS SALIERON BENEFICIADOS
Para Kall, ambos candidatos salieron beneficiados del cara a cara y probablemente su desempeño será elogiado por sus seguidores y campañas.
"El presidente Trump tenía más camino que recortar porque sigue por detrás (de Biden) en las encuestas nacionales y en los estados clave", apuntó el analista, quien agregó que un debate tan parejo y reñido posiblemente beneficiará más al demócrata, ya que llegó como favorito y no cometió ningún error que le hubiera costado caro frente a los indecisos.
Aun así, a su juicio, la ciudadanía también triunfó al poder ver "un debate sano y de intercambio de ideas que anteriormente estuvo ausente".
De acuerdo al promedio de sondeos RealClearPolitics, Biden aventaja a Trump en las encuestas nacionales en 7,4 puntos; y va por delante del presidente una media de 4,1 puntos en los principales estados clave: Florida, Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte y Arizona.
Con estos datos, Trump viaja este viernes a Florida, donde tiene previsto dar dos mítines en Pensacola y en The Villages, mientras que Biden dará un discurso sobre la pandemia desde Delaware, su lugar de residencia.
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BIDEN, EN CABEZA, Y GRAN AFLUENCIA EN VOTO ANTICIPADO
El que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) permanece a la cabeza en los sondeos, en tanto que EE.UU. está viendo números récord de afluencia a las urnas en la votación anticipada.
Según los últimos datos recopilados por la organización US Elections Projecto, más de 48 millones de estadounidenses han votado ya de forma anticipada, una cifra que el jueves superó, cuando todavía quedaban 12 días para los comicios, a los 47,2 que lo hicieron en 2016, hace cuatro años.
En total, algo más de 50. millones de personas han votado ya, de los que unos 15 millones lo han hecho presencialmente y 35 millones por correo.
Además, según el recuento del The Washington Post, 23 de los 50 estados del país han superado ya los votos anticipados de 2016.
En las elecciones de 2016 hubo una participación total del 55,7 %, es decir algo más de 136,6 millones de votos.
Los más de 50 millones de votos registrados hasta ahora indican que ya se ha cubierto un 35 % de la participación total de 2016 y auguran, de nuevo, un aumento significativo este 2020.
La participación en las elecciones de EE.UU. es tradicionalmente baja y no supera la cota del 60 % desde que en 1968 el republicano Richard Nixon se hizo por primera vez con la Casa Blanca.